No nos ofenden, nos ofendemos, las otras personas pueden tener la intención o no, es nuestra interpretación la que nos hace sentirnos ofendidos, todos somos susceptibles pues todos tenemos heridas o puntos sensibles, debemos reconocerlos y trabajar en ellos, una mayor autoestima ayuda a no ofendernos hasta cierto punto, ponernos en el lugar del que nos ofende ayuda a entender mejor la intención y tomar mejores decisiones.
La queja, el reclamo, la venganza y la agresión difícilmente solucionan la cosas, es mejor buscar el dialogo reconociendo nuestra responsabilidad de como nos sentimos, esto lo explica con las historias de diferentes personas que se sintieron ofendidas en diferentes situaciones, terminando cada una con un resumen en breves puntos y proporciona que acciones podemos tomar para identificar y reaccionar mejor ante una ofensa.